Desarrollado por Eric Ries en 2008, la filosofía lean startup se ha ampliado para aplicarse a cualquier individuo, grupo o empresa que busca introducir nuevos productos o servicios en el mercado.
Un producto mínimo viable será la versión de tu nuevo producto que te permita recolectar, con el menor esfuerzo posible, la máxima cantidad de conocimiento validado sobre tus potenciales clientes.
Esta metodología se centra en pasar de las creencias a los hechos sin arruinarse en el intento. A través del aprendizaje validado, la experimentación e iteración en los lanzamientos del producto, podremos medir el progreso y ganar valiosa información de los clientes.
Un producto mínimo viable puede definirse en función del momento y de nuestros objetivos, en un esquema, una ppt,… y en el caso de un producto físico, una representación o boceto. A medida que vayamos recibiendo feedback del cliente podremos agregar más funcionalidades y desarrollar nuestro MPV.
Esta filosofía se basa en,
📌 Recolectar información
📌 Chequear la información con un grupo pequeño de tu target
📌 Hacer las modificaciones
📌 Volver a empezar
Lo bueno que tiene esta estrategia, es que siempre estás mejorando el producto, con una mínima inversión.
La gran inversión se realiza en el paso previo de análisis.
Como siempre recomiendo, hay que analizar. Ahora más que nunca tenemos acceso a cientos de documentos, tablas y fuentes que nos pueden facilitar todos esos datos que necesitamos.